La electromovilidad se refiere al uso de vehículos impulsados por electricidad en lugar de combustibles fósiles. Esta transición está ocurriendo rápidamente en muchas partes del mundo, debido a la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia del petróleo. Las electrólíneras y las fotoelectrólíneras son infraestructuras clave para apoyar este cambio.
¿Por qué es importante la electromovilidad? El transporte representa una de las principales fuentes de emisiones de dióxido de carbono en el mundo. Los vehículos eléctricos (VE) no emiten gases contaminantes durante su funcionamiento, lo que los convierte en una alternativa más ecológica a los vehículos convencionales de gasolina o diésel. Además, los vehículos eléctricos son más eficientes energéticamente y tienen menores costos de mantenimiento a lo largo de su vida útil.
Aunque la adopción de vehículos eléctricos está en aumento, aún hay desafíos que superar, como la infraestructura de carga y la capacidad de las baterías. Sin embargo, las inversiones en investigación y desarrollo están haciendo que estas tecnologías avancen rápidamente. Se espera que para el 2030, una gran parte de los vehículos en circulación a nivel mundial sean eléctricos.